Tu sistema inmunitario es una compleja red de defensa. Cada día, trabaja duro para defenderse de las bacterias, los virus y los factores de estrés medioambientales. Aunque no existe un «interruptor de encendido/apagado» para la inmunidad, tú puedespuede
¿Una manera fácil de empezar? Crea hábitos relacionados con el sueño, el control del estrés y la ingesta de nutrientes, y considera la posibilidad de añadir un superalimento en polvo de alta calidad a tu rutina.
Para ayudarte a inspirarte, hemoselaborado una lista de ocho hábitos que puedes introducir en tu día a día.
1. Consuma alimentos ricos en nutrientes.
La nutrición es la base de una inmunidad fuerte. Ciertas vitaminas y minerales son esenciales para una respuesta inmunitaria saludable:
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Vitamina C – presente en los cítricos, el kiwi y los pimientos, puede ayudar a mantener un buen funcionamiento sistema inmunológico
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Vitamina D – favorece la regulación inmunitaria; muchas personas tienen deficiencia, especialmente en los meses más fríos y oscuros.
- Vitamina A y β-caroteno: ayudan a fortalecer las barreras protectoras, como la piel y el revestimiento intestinal.
- Zinc y selenio: oligoelementos para la actividad de las células inmunitarias y la defensa antioxidante.
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Polifenoles y antioxidantes – presentes en bayas, verduras y otros alimentos vegetales, ayudan a proteger las células del estrés oxidativo.
Nuestro mejor consejo: Intenta «comer el arcoíris». Cada color de las frutas y verduras aporta fitonutrientes únicos que ayudan a equilibrar el sistema inmunitario.
2. Priorizar el sueño
¿Sabías que dormir mal puede afectar negativamente a afectar a tu sistema inmunológico? Sí. Tu cuerpo lleva a cabo la vigilancia y reparación inmunológica durante el sueño profundo, y las investigaciones demuestran que las personas que duermen menos de 6 horas por noche son más propensas a las infecciones.
Para ayudarte a mantenerte sano, prueba lo siguiente:
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Objetivo: 7-9 horas de sueño constante y de calidad
- Mejora la higiene del sueño: duerme en una habitación fresca y oscura, limita el uso de pantallas y crea una rutina para relajarte.
3. Mueva el cuerpo (pero no exagerar)
El ejercicio regular estimula la circulación y ayuda a las células inmunitarias a moverse de manera eficiente. Actividades como caminar a paso ligero, ir en bicicleta al trabajo y sesiones relajantes de yoga son beneficiosas para el sistema inmunitario. Si eres más fanático de los entrenamientos intensos de HIIT, asegúrate de recuperarte adecuadamente. El sobreentrenamiento sin recuperación probablemente conduzca a la supresión inmunológica.
4. Reducir el estrés
El estrés crónico aumenta el cortisol, lo que debilita las defensas inmunitarias defensas. Algunas formas excelentes de controlar el estrés son:
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Meditación o respiración profunda
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Prácticas de diario o gratitud
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Paseos al aire libre (la luz solar también aumenta la vitamina D)
Así que, la próxima vez te sientas estresado por el trabajo o la vida familiar, tómate un momento para relajarte y calmar tu mente. Y si te te sientes regularmente fuera de lugar, intenta introducir la meditación en tu rutina matutina o nocturna.
5. Hidratar y proteger las barreras mucosas
La hidratación es clave para mantener fuertes tus defensas inmunitarias. De hecho, incluso el más mínimo signo de deshidratación puede debilitar tu respuesta inmunitaria, perjudicar a las células inmunitarias, reducir la producción de anticuerpos y hacerte más vulnerable a las infecciones y prolongar los tiempos de recuperación. No solo eso, la hidratación es clave para eliminar residuos (piensa en las toxinas), así como para mantener los tractos respiratorio y digestivo recubiertos de membranas mucosas. Estas son la primera línea de defensa inmunitaria. Por lo tanto, al mantenerte hidratado, mantienes estas barreras funcionando de manera óptima.
6. Favorece la salud intestinal
¿Sabías que hasta el el 70 % de tu sistema inmunitario reside en el intestino? Un microbioma equilibrado es clave para una regulación inmunitaria eficaz. Puedes mantener tu intestino feliz añadiendo al menos dos de estos pasos a tu rutina diaria:
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Come fibra
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Añadir alimentos fermentados (yogur, kimchi, kéfir)
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Limitar los alimentos ultraprocesados
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Añadir Super-Biome Probiótico + Prebiótico a su dieta.
7. Evite los disruptores inmunológicos
¿Qué son los disruptores inmunológicos, se preguntará? Bueno, pueden ser cualquier cosa que perjudique su salud en general, desde fumar (daña las células inmunitarias y las vías respiratorias) hasta el exceso de alcohol (debilita las defensas inmunitarias defensas) e incluso una higiene deficiente (aumenta el riesgo de infección). En su lugar, céntrese en el equilibrio, como cambiar el consumo excesivo de alcohol por una copa de su vino favorito.
8. La coherencia es clave
La salud inmunológica consiste en desarrollar a largo plazo, no de soluciones rápidas. Ahora ya tienes la lista de hábitos que debes introducir, esmomento de incorporarlos poco a poco a tu día a día, con el objetivo gradual de incluir comidas equilibradas, hidratación, ejercicio, sueño y cuidado del estrés.
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Apoyo antioxidante – reduce el estrés oxidativo que puede afectar a la respuesta de su sistema inmunitario.
Su sistema inmunológico se beneficia de un enfoque holístico: alimentación saludable, sueño regular, ejercicio moderado y estrés equilibrado. Aunque no existe ninguna solución milagrosa, Superfood powder puede ayudarle a cubrir las carencias nutricionales y a mantener un aporte constante de nutrientes que refuerzan el sistema inmunitario.
Adquiera estos hábitos ahora y tu sistema inmunológico te lo agradecerá durante todo el año.

